No encontraba donde ubicarme, todo era un horno y ni me animaba a bajar a la playa por el resplandor de la arena, maldita ola de calor…típico antes de las tormentas.
Ahora el cielo se pone gris con una brisa suave y caliente como un secador de pelo gigante y siento la energía de los rayos en el aire, la ansiedad de la tormenta que se aproxima.
A veces creo fielmente que ejerzo cierto poder sobre el clima o aunque sea al revés, estamos totalmente conectados en sintonía. La quietud me asombra, no hay un alma mas que los propios locatarios y los que así como yo, venimos lo antes que podemos. Igual el mar estaba espectacular, del color de los ojos de mi hija, fresco y tranquilo. Nade y flote por rato y ahora que aguante mi rancho la tempestad!!!
1 comentario:
si, estamos todos conectados, asi como a Dios Padre y toda su creacion :)
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